Tomeu Rubi y Pep Roig logran ascender en estilo alpino al Dolma Kang (6.332m)

Expedición Rowaling 2022

Texto y fotos por Tomeu Rubi y Pep Roig

Finalizado el obligado proceso de aclimatación, durante el cual hemos aprovechado para visitar los diferentes valles al este de Na, debemos fijar un objetivo. No resulta fácil ya que son muchos los condicionantes que nos impone el gobierno de Nepal a la hora de expedir el permiso para cualquier intento de ascensión a alguna de las montañas del valle. Nuestra intención es intentar subir alguna ruta nueva o poco escalada, en una cara virgen o con pocas rutas y en estilo alpino. Al final las limitaciones que nos afectan, si no queremos obrar fuera de la ley para evitar problemas en caso de accidente…, hacen que tengamos que desviar nuestro punto de mira hacia el noroeste. Allí se encuentran dos picos que podrían encajar con nuestras pretensiones, el Beding 6126m y el Dolma Kang 6332m (este podría considerarse como una cima secundaria del Gaurisankar 7146m).

Dolma Kang:

Dolma Kang 6.332m, vertiente sureste

El 30 de abril hacemos una aproximación a la pared sureste del Dolma Kang. La ruta tiene algunos tramos complicados que hacen que no sea una mera aproximación. A unos 4900m sumergidos en la niebla que a diario nos acompaña y deja escapar algunos copos de nieve, encontramos unas plataformas donde se pueden instalar algunas tiendas. En una tabla de madera perdida entre las rocas podemos intuir una inscripción que habla de alguna expedición del año 2017. La niebla no deja que podamos ver la pared de cerca en ningún momento. Con eso bajamos de nuevo a Beding, donde nadie nos sabe dar información de la expedición de 2017.

El 1 de mayo debemos subir otra vez a Na en busca del material que necesitamos para la ascensión, no tener un plan fijado antes de acabar el trekking de aproximación tiene cierto atractivo, pero también algunos inconvenientes. Deseábamos un día de descanso antes de meternos en faena, a cambio un precioso paseo de ida y vuelta Beding-Na-Beding con pesadas mochilas…

La previsión meteorológica poco fiable a la que nos aferramos nos pronostica un día sin precipitaciones para el 3 de mayo. El 2 de mayo subimos los 1200m de terreno incomodo hasta las pequeñas terrazas que habíamos visto dos días antes. Hoy si conseguimos ver la pared, nos resulta extraño que nadie haya subido o probado esta pared antes…

A las 03:30 del día siguiente suena el despertador, una hora después nos ponemos en marcha. 1000m de desnivel más tarde paramos para montar nuestra tienda en una repisa costosamente tallada en el hielo. Algo no encaja, la tienda aunque escueta, resulta demasiado grande para el espacio habilitado. Esta noche tocara dormir apretados. Para llegar hasta aquí hemos tenido que superar un largo corredor de nieve en no muy buen estado. La inclinación media del corredor era de unos 60/65º con resaltes verticales de hielo podrido. Los últimos 300m han sido de un terreno mixto más vertical difícil de proteger… un terreno parecido al que nos espera mañana.

Últimos largos antes del vivac

Pep Roig llegando al vivac

Día de cumbre:

Sin apenas dormir, parece que no andamos tan aclimatados como creíamos, suena el despertador sobre las 04:00, que alivio!!! Una hora y media después conseguimos ponernos en lento movimiento para superar los aproximadamente 400m que nos separan de la cima. El terreno resulta ser más técnico que el día anterior, y por eso más costoso. Mientras aseguro a Pep en una de las muchas reuniones veo a mi derecha unas cuerdas que ascienden por un espolón al que nos dirigimos, al fin se disipa la duda, no somos los primeros que pasamos por aquí. Es una lástima encontrar tanta cuerda y material abandonado. (Terminada la expedición tenemos conocimiento de que en el año 1980 un equipo Australiano “en primavera” y otro japonés “en otoño” habían subido por la pared en estilo pesado, dejando el material encontrado. La expedición del 2017 no llego a subir el Dolma Kang.).

Tomeu Rubi llegando a la cumbre del Dolma Kang

Descenso:

Sobre las 12:00 llegamos a la cima sin tiempo a saborearlo. Las nubes ya nos envuelven y hay que encontrar la ruta de bajada. Esta empieza por un glaciar repleto de seracs y grietas. Vamos navegando entre los puntos que mentalmente fijamos cada vez que las nubes deciden separarse lo suficiente para poder ver el siguiente. Varias veces deberemos esperar porque no podemos ver hacia donde ir. Al fin llegamos hasta la arista que nos habíamos fijado como punto desde el cual ya no había que preocuparse por el hecho de meterse en un callejón sin salida. Pensábamos llegar ese mismo día hasta las plataformas donde habíamos dormido hacia dos noches, pero no logramos ver más allá de los 15 o 20m. Es por eso que sobre las 16:00h al pasar por un lugar donde se puede habilitar un espacio para montar la tienda sin mucho esfuerzo decidimos parar. Estamos como en la noche anterior a unos 5900m (según marca mi reloj). A la mañana siguiente sin nubes Realizamos algunos rápeles y destrepes que exigirán toda nuestra atención… Este mismo día aunque mucho más tarde y con pocas energías llegaremos de nuevo a Beding.

Último rapel durante el descenso

Bestard Top Extreme Lite

Durante toda esta actividad he usado el modelo Bestard Top Extreme Lite. Es una bota muy cómoda y ligera, y aun así muy robusta y resistente. Es una opción ideal para este tipo de ascensiones de picos de hasta 6.000-7.000m en estilo alpino, ya que puedo usar la misma bota tanto para la aproximación como para la escalada técnica. También ofrece muy buena protección contra el frío y la humedad en altura. La posibilidad de poder sacar el botín interior en el vivac es también una gran ventaja con temperaturas bajas, para así tener el interior de la bota caliente y seco por las mañanas.

Un gran bota, y además fabricada en mi tierra, Mallorca…


Tomeu Rubi