Bestard Mestral por Sergio Fernández

Adherencia y Sensibilidad

Textos y fotos por Sergio Fernández Tolosa

Llevo dos años utilizando la Bestard Mestral, una zapatilla de aproximación con una suela realmente especial, la Vibram Password, ideal para firmes rocosos en los que se busca un plus de adherencia y sensibilidad del terreno.

De mi primer par de Bestard Mestral ya hicimos una review en nuestra web. Aunque todavía se encuentran en excelente estado, algunas partes de la suela sí han empezado a dar muestras del lógico desgaste que implica un uso intensivo durante tanto tiempo. Por eso acabo de estrenar el segundo par, y desde Bestard me han pedido que explique las razones que me empujan a utilizar esta zapatilla en buena parte de mis actividades outdoor.

Repito modelo porque creo que hay muy pocas zapatillas que combinen sus cualidades. De una parte ofrecen una gran adherencia a la roca; de otra, una alta sensibilidad del terreno; y todo ello en un calzado resistente, duradero e impermeable que protege pie y dedos de los inevitables golpes y roces con piedras, arbustos, etc. Además, es cómodo y muy versátil, de manera que se puede utilizar también en nuestro día a día.

Adaptabilidad

La Bestard Mestral es una zapatilla especialmente indicada para quien disfruta moviéndose por terrenos rocosos, cresteríos de baja dificultad, vías ferratas, etc. en los que toda la información que le llega al cerebro desde las plantas de los pies es bienvenida. Sin embargo, esta sensibilidad extra puede sorprender a quien prefiere una mayor capacidad de amortiguación. En este sentido, hay que tener en cuenta que la suela de las Bestard Mestral tiende al minimalismo. Esto se traduce en una pisada más natural que quizá no convenza a todo el mundo, pero que a mí personalmente me encanta.

Valoro esta fórmula porque la parte delantera de la planta del pie y los dedos están siempre leyendo las irregularidades del terreno –resaltes, salientes, raíces, grietas…–. De esta manera, la respuesta propioceptiva al pisar y progresar es instantánea, muy natural. Esto se traduce en pasos ágiles, estables y precisos. El trabajo del pie cuenta también con el amparo de una estructura sólida y robusta, que sólo flexiona donde debe hacerlo, y que está construida a prueba de toda clase de agravios.

A diferencia de la parte delantera de la suela, que es más fina, en la zona del talón el grado de protección y amortiguación es mayor, de manera que se puede talonear perfectamente.

Una suela muy especial

Como decía, el gran secreto de las Mestral es la suela Vibram Password. En la puntera hay una franja lisa, en la que pone CLIMBING ZONE, que se extiende unos centímetros por el borde interior del pie y nos da una clara pista del fin para el que han sido diseñadas: agarrarse a la roca.

La mitad delantera de la suela es más maleable que el de otras zapatillas de approach, aunque posee la rigidez necesaria para el progreso en zonas fáciles de adherencia.

El taqueado del resto de la suela también es muy especial: más pequeño, menos prominente, de forma romboide y algo más blando que el de suelas pensadas para montaña.

 

Pies protegidos

De la parte superior, lo más destacable de las Bestard Mestral es la banda de TPU –poliuretano termoplástico– que rodea toda la zapatilla, excepto por la zona del talón. Es un elemento de protección que también alarga la vida del calzado, que está hecho de piel de serraje hidrófugo, tiene membrana Gore-Tex y un peso que ronda los 400 gramos por pie.

En cuanto a la anatomía de la puntera, Bestard ha apostado por un perfil más cerrado y simétrico que recuerda ligeramente a los pies de gato. Esto es una ventaja en terrenos verticales rocosos y aproximaciones a vías de escalada. Pero sobre todo, deja muy claro cuál es la función para la que las Mestral han sido concebidas: trepar, destrepar y moverse por terreno rocoso más o menos técnico. Por contra, los dedos de los pies no tienen tanto espacio para moverse en libertad como con otras hormas, lo que puede ser un pequeño inconveniente si las queremos utilizar como calzado 24/7 o en largas caminatas.

Por último, considero que conviene tener en cuenta que el serraje es un material que evoluciona con el uso, el tiempo y el contacto con los elementos –sol, agua, barro…–. De entrada, puede costar un poco domarlo, pero tras unos días apretando bien los cordones, se hace a la forma del pie.

Terreno ideal

Excepto en los días más crudos del invierno –la suela fina no es amiga de los pies frioleros– , yo suelo utilizar las Bestard Mestral en mi día a día –también para conducir, pues dan muy buen tacto en los pedales del coche–, en toda clase de salidas por baja y media montaña, y en cualquier clase de firme. Sin embargo, creo que las Bestard Mestral tienen su verdadera razón de ser en excursiones que se aventuran por fajas, crestas fáciles, cañones secos, etc. Es decir, en escenarios en los que se agradece la fiabilidad, la adherencia y la sensibilidad.

 


Sergio Fernández Tolosa de Conunparderuedas