Las montañas del Himalaya con Explorando Rincones

Familia Explorando Rincones

Vega y Saúl son dos niños que desde muy corta edad han tenido como terreno de juego la montaña. Sus padres Celia y José María pusieron en su educación como prioridad estar en contacto la naturaleza y las montañas, aportando a su vida esa riqueza y gran valor que la naturaleza nos ofrece.

Empezar desde pequeños a salir al campo, es relativamente fácil. Mostrarlos cada detalle, donde los niños tocan, huelen, se manchan, lloran y ríen, se cansan, sienten el frio o el calor, la humedad,… Mostrarles la vida que nos rodea y que tanto puede aportar a nuestra persona es algo tan necesario y valioso que a veces se olvida, pero esa es la esencia de dónde venimos.

De este modo Vega y Saúl empezaron a realizar rutas de todo tipo, e incluso subir montañas, y sin darse cuenta estaban haciendo recorridos casi como personas adultas, y con el aliciente de hacerlo en familia. Todo esto tiene visibilidad en el proyecto Explorando Rincones.

Niños Montañeros

En todo este recorrido en familia, con los niños siempre activos, hemos realizado ascensiones por gran parte de España. Destacables son su participación en varias ocasiones en el Trofeo de Cumbres de Castilla y León, El Cainejo, ascensiones en los Pirineos, los Alpes, donde ascendieron cumbres de cuatro mil metros, sirviendo para dar el salto al continente Americano, en concreto a La Cordillera Blanca en los Andes, Perú, donde ascendieron montañas de más de 5.000 metros, a la edad de 8 y 10 años, algo que les cautivó, descubriéndoles el mundo de la Expediciones a altas cumbres, haciéndoles querer seguir en este camino de montañas.

El Himalaya en familia

Por pura progresión y evolución natural de las actividades en montaña pusimos un nuevo reto en nuestro ilusionario particular, las montañas del Himalaya. Puede sonar ambicioso para unos niños y sus padres, pero estábamos convencidos de que habíamos dado todos los pasos adecuados para poder visitar la Cordillera más alta del planeta, y a la vez, soñar con realizar alguna ascensión a la medida de nuestras posibilidades.

El hecho de descubrir cultura, paisajes y experiencias a nuestros hijos estaba siendo nuestra expedición más maravillosa jamás planeada

Una montaña de 6.000m metros con niños

Adaptándonos al calendario escolar las posibilidades para ascender montañas en el Himalaya se reducían a lugares concretos como Pakistán o la India, así fue como pusimos nuestros ojos en la región de Ladakh. Una región al norte de la India conocida como el pequeño Tibet, lugar donde conocer su cultura, paisajes y peculiaridades.

Las únicas cuestiones que nos generaban dudas era que es una zona algo conflictiva por las fronteras y son muy estrictos con la circulación de extranjeros por el territorio.

Las cumbres que subir

Preparamos todo nuestro viaje con especial mimo; material, documentación, asistencia con una empresa local que nos ayudaría con todo el tema logístico sobre el terreno para ante todo priorizar la seguridad de la familia.
El plan era realizar el Treking del valle de Markha, donde realizar la aclimatación para después intentar la ascensión del pico Kang Yatse II de 6.250 m y una vez estando allí, dado que llegar es lo más difícil, pensamos ¿por qué no intentar otra cumbre?, la del cercano Dzo Jongo Este de 6.220 m.

Teníamos que prepararnos físicamente y equiparnos con el material y útiles necesarios para realizar una actividad de este tipo en un lugar remoto, donde los servicios básicos que pudiéramos entender como normales en nuestras montañas de Europa no existen.

Podéis imaginaros lo que es hacer todo este ejercicio para uno mismo, si en este coctel, incluyes a dos pequeños, el tema se complica un poco más. Buscar la equipación adecuada para los niños no es tarea fácil, debíamos prestar especial atención al calzado que llevaríamos, para soportar tanto las largas jornadas de trekking como las frías temperaturas de ascenso a las altas cumbres, para lo cual no dudamos de equiparnos con nuestras Bestard rock y Bestard Mestral para el trekking y las Bestard Advance K Pro para la ascensión.

¿Y que pasó en las montañas?

Los temores por todo lo que implica ir preparado, y hacerlo en familia, se fueron diluyendo a medida que llegamos a Leh y vimos las montañas, los valles, los templos. Aquello era impresionante, un paisaje que nos resultaba muy extraño y nada comparable a lo visto anteriormente. Estábamos allí, en las montañas del Himalaya, ¡era real! nuestro sueño cogía forma.

Fue complicado llegar a destino, y una vez en las montañas fuimos capaces de adaptarnos y ver como los pequeños se movían como pez en el agua.

Recorriendo campamentos y aldeas, fuimos aclimatando y adaptando el cuerpo a lo que se venía. Un recorrido sin las comodidades de pueblos o ciudades, largas caminatas ascendiendo valles y montañas, con sus campamentos, con días de constante actividad en los que hace falta tener una buena fuerza de voluntad.

Nuestro principal objetivo y primera montaña que íbamos a abordar, el pico Kang Yatse II, imponía y las dudas de nuestras capacidades estaban presentes, sobre todo por parte del equipo de Hippie in Hills, empresa con la que nos apoyábamos para realizar la expedición, quienes nos interrogaban por las actitudes de los niños. Pronto la incertidumbre se fue diluyendo viendo, poco a poco, que aquello era real, que aquella familia de montañeros españoles, y sus ganas de subir una montaña de 6.000 metros con niños, iba en buen camino, no pudiendo poner pegas a lo que estaban viendo.

Kang Yatse II 6.250m

Día de reposo en el campo base revisando el material, ajustando todo y planificando la que sería nuestra primera ascensión a un 6.000 en familia. Nuestra expedición llama mucho la atención, ¡¡ver a unos niños allí y con intenciones de subir!!, nunca antes habían visto algo igual.

Un madrugón de los que te dejan huella, una dura ascensión en plena noche con frio, mal cuerpo es lo que viene después. Situaciones en las que tomar decisiones y esperar, esperar que el sol salga a medida que avanzas para que te caliente algo el cuerpo, y de este modo hacer más llevadera la ascensión.

La perseverancia de los niños fue incuestionable, la dureza del ambiente era la esperada por el frio, la altitud, y fuertes pendientes a ir superando. No tuvimos ningún problema con la aclimatación, aunque sí algún contratiempo estomacal, pero fuimos capaces de solventarlo, no así uno de los componentes de Hippie in Hills que tuvo que darse la vuelta. Después de una exigente ascensión conseguimos llegar a la cumbre, una cumbre trabajada desde hacía años y que nos otorgó un momento de felicidad, los cuatro componentes de la familia más Gaurav responsable de Hippie in Hills, gran persona y apoyo durante toda la expedición. Enseguida cambiamos la euforia por volver a nuestro papel de padres, bajar a zona segura con los pequeños cuanto antes.

Descenso rápido llegando a la morrena, donde acudió a nuestro encuentro nuestro amigo Harshal quien había tenido que darse la vuelta durante la noche, y había subido para ayudar en el descenso y proporcionar a los niños el calzado ligero, se quitaron sus botas Bestard Advance K Pro que les habían aportado calidez y la rigidez necesaria para anclar a ellas los crampones y se calzaron sus Bestard Rock, más ligeras y flexibles, haciendo que en el descenso que faltaba al campo base, bajaran como gacelas.

Una vez en el campo base, sí, disfrutamos de la ascensión tomando un zumo, recibiendo el cariño y saludo de la gente del Campo base que estaba pendiente de unos niños españoles que querían subir a la cumbre, y ¡lo habían conseguido!

Dzo Jongo 6.220m

Recogimos nuestro campamento al día siguiente, cargamos los caballos y emprendimos camino al campo base de nuestro siguiente objetivo, El Dzo Jongo, otro pico de 6.000 m, pero éste menos conocido y transitado.
Nos establecemos en el campo base y preparamos el ascenso para realizar esta montaña, a la que decidimos ir en horario menos temprano para evitar el frio intenso de la noche. Viendo que tenemos una correcta aclimatación y fuerzas, junto con las condiciones de seguridad de la montaña, pensamos es una decisión acertada.

Esta montaña parecía más fácil, y técnicamente lo era, pero también nos supuso un gran esfuerzo físico. Las montañas no las regala nadie, por más que su sencillez o aparente facilidad sea un hecho.
¡Cumbre! esta vez todos Gaurav, Harshal y nosotros cuatro, todos habíamos llegado. Era increíble, que momento… Aunque el mal tiempo amenazaba haciendo escapar copos de nieve, la felicidad era tal que los niños cantaban y reían, era todo un espectáculo verlos disfrutar y sentir todo aquello, no lo olvidaremos nunca.

Una vez decidimos descender, con rapidez y agilidad nos presentamos en el Campo Base con premura, un campo base en el que solo estaba nuestro campamento, éramos los únicos allí y esta soledad y exclusividad también hizo que esta montaña fuera especial para nosotros.

Momentos en las montañas

Pasamos momentos de dureza, donde salió nuestra preparación y capacidades. Percibimos la acogida y cuidados recibidos, siendo capaces de llevarnos del Himalaya una sensación muy especial, aun ahora sentimos un vacío por añorar aquel territorio. Sus gentes, caminos, y cumbres, ese valor natural y humano, una mezcla de todo que fusionábamos con nuestras propias vidas, en las que estamos acostumbrados a otras cosas, a tener en nuestros hogares muchas cosas que ellos no tienen, y sin embargo aquí son felices y radian bondad y amabilidad, un cumulo de tantas y tantas sensaciones que difícilmente podremos olvidar.

Detalles de nuestra expedición al himalaya en familia

SI, con niños es posible, esa es nuestra clara idea de las cosas, solo tenemos que educarlos, formarlos y dotarlos de lo que se necesita para que todos podamos hacer lo que realmente nos gusta, lo que nos hace felices. Nada es fácil en esta vida, todo cuesta esfuerzo en nuestro día a día; trabajo, familia, aficiones, salir adelante, es duro en sí mismo.

En una búsqueda continua por dotar a los niños de material específico para sus actividades, uno de los retos más difíciles era encontrar calzado adecuado para ellos. Gracias al equipo de Bestard hemos encontrado la solución adecuada para nuestras necesidades y tanto Vega como Saúl han realizado la expedición con dos modelos de la marca, unas zapatillas para la aproximación las Bestard Rock y unas botas para las ascensiones, las Bestard Advance K Pro. Sus papas usamos las Bestard Android y Bestard Mestral Lady. Con este material con el que nos hemos sentido enormemente cómodos hemos cubierto las necesidades de esta actividad y otras muchas a lo largo del año.

En los artículos y vídeos publicados en nuestro canal de YouTube Explorando Rincones, podéis ver ascensiones invernales con las botas Bestard Advance K Pro, así como el uso intenso que le dan Vega y Saúl a las zapatillas Bestard Rock, ideales para niños y jóvenes aventureros. Lo que no sabíamos es que con ellas íbamos a realizar una cumbre de 6.000 metros en el Himalaya, cuestión ésta que hemos resuelto al comprobar que sí, y que han cubierto nuestras necesidades con excelentes resultados. No queremos decir que las botas que hemos usado sean las idóneas para todo el mundo o situaciones posibles en este tipo de actividades, pero nosotros así lo hemos hecho y con buena nota, por lo que no podemos más que dar buena cuenta de lo pasado con el material utilizado. (Siempre infórmate y consulta sobre sus características.)

Como podéis imaginar, encontrar material técnico y específico para niños es un tanto complicado, no existe mucho material para ellos, y el material es muy costoso, por lo que si no cumple su cometido tenemos un problema. Encontrar un material adecuado es siempre una dificultad, pero cuando lo encuentras te sientes liberado, “un problema menos” y a otra cosa que dedicarle energías.

Toda la familia hemos disfrutado de nuestro calzado Bestard, siendo conscientes del nivel de calidad, seguridad y confort disfrutado.

¿Y ahora que?

Siempre nos preguntan sobre próximos objetivos, eso es fácil de responder, pues el soñar y pensar en próximos viajes, nuevas cumbres, es algo a lo que nos hemos acostumbrado y sabemos hacer; lo más difícil es conseguir los recursos y el tiempo para hacerlo. No hace falta un gran viaje o la cordillera más grande, en cualquier espacio que encontremos eso que buscamos, estaremos cómodos y sobre todo felices, ese será nuestro camino de entre todos los posibles.

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