Entrevista a Antoni Pons (es Sinever)

Toda una vida en las montañas de Mallorca

19/07/2022 Por Miguel Mesquida de trotatramuntana.com

…una filosofía de vida, una religión, la montaña ha dado vida a mi vida, le ha dado sentido, sin ella me hubiera faltado todo.

Toni es un montañero mallorquín que ha dedicado toda su vida a recorrer las maravillas que esconde la isla. Es un buscador de rincones perdidos en el tiempo, de pasos olvidados y de rutas imposibles escondidas al resto. Un gigante entre gigantes con una capacidad de afrontar el riesgo y de buscar el límite que lo ha elevado a la categoría de leyenda de la Serra de Tramuntana. Colaborador de Calzados Bestard desde hace más de 30 años  ha vivido muchas historias y tiempos donde las cosas eran diferentes. Ha realizado infinidad de actividades en el mundo entero. Es para mí un verdadero honor poder realizar esta entrevista al montañero que más admiro después de tener la gran suerte de compartir camino con él.

Antes de nada quiero comentar que algunos de los lugares y fotografías de la entrevista se encuentran hoy en día en zona de exclusión según el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN): decreto 19/2007 de 16 de marzo y por tanto no se puede acceder a ellos sin autorización expresa de la consejería de medio ambiente y territorio, os dejo el enlace para que podáis informaros y conocer los trámites: Más información aquí. Anotar también que cuando Toni transitaba por esos lugares no existía restricción alguna, las historias y las fotografías de las zonas de exclusión son de entonces.

Hola Toni, ¿Cuándo  comenzó tu relación con la montaña?

Creo que nací con esa afición,  con 14 años hice mi primera excursión que fue de Inca a Lluc a pie, dormimos en el campo de fútbol y a la mañana siguiente subimos al Tomir y volvimos, recuerdo perfectamente ir por las rossagueras a 4 patas. Pero antes de esa edad ya iba con los chicos del pueblo por ahí explorando y buscando cosas.

¿No viene de familia?

En aquellos tiempos mis padres sólo pensaban en ganarse la vida, la montaña sólo era un medio para trabajar.

¿Había mucha afición por el montañismo en aquella época?

En aquellos tiempos empezaba el excursionismo. Yo tuve la suerte de que un amigo trabajaba en los boy scouts, del movimiento escolta, y este señor a través del centro Mariano Sineu montó un grupo excursionista, el grupo excursionista Mariano Sineu. A partir de ahí empezó mi vida excursionista.

Más tarde pasé a ser el guía de aquel grupo. Posteriormente me hice socio del Grup excursionista de Mallorca (GEM) con el que estoy desde hace 50 años y tuve el honor de llegar a presidir durante 4 años.

¿Por qué te llaman “Es Sinever”?

Mi familia ha sido siempre de Sineu. En aquellos tiempos los montañeros solían ser gente de ciudad, por lo tanto, a los cuatro bichos raros que no lo éramos nos identificaban con nuestro pueblo. El excursionismo en su base, para mi modo de ver surgió como una forma de evasión de la ciudad ya que tenían más tiempo de ocio debido al tipo de industria.

¿De qué trabajabas?

He sido policía local durante 35 años, siempre en la calle.

¿Qué te gustaba de tu trabajo?

Comenzabas el día y nunca sabías lo que te encontrarías, tuve la suerte de estar gran parte de mi carrera en la unidad de intervención inmediata (UII) en los que mis conocimientos de montaña, escalada y cuerda me ayudaron mucho, siempre llevábamos en el maletero material de escalada y cuerdas que empleamos en muchas ocasiones. Una de las cosas que me he llevado es el agradecimiento del pueblo de Inca, salvé algunas vidas y hay personas que cada día me mandan los buenos días y las buenas noches en señal de agradecimiento.

¿Tienes hijos, hermanos?

Tengo dos hijos, un chico y una chica, ninguno de los dos sigue mi afición aunque mi hijo ha hecho Sa Fosca varias veces conmigo. Tengo dos hermanos con los que tengo muy buena relación que en su tiempo también fueron excursionistas aunque no tuvieron continuidad. Una vez con uno de mis hermanos antes de que es pas des Sinever estuviera abierto busqué una alternativa para salir de la zona des torrent des Miracle sin volver por sa Roca Llisa, se convirtió en una escalada de «V» por la derecha de dicho torrente pero logramos subir (esto quizás ayude a entender por qué no siguieron con la afición).

Costa de Pollença. Imagen anterior al año 2007, actualmente zona de exclusión

Cuéntame un poco tu trayectoria fuera de la isla.

Si he de contarte todo lo que he hecho no acabaremos nunca (risas). He estado dos veces en el Toubkal (Marruecos), en el Diran Peak (Pakistán) donde perdí a dos compañeros, en la Patagonia (Argentina/Chile), en Atakama (Chile),  Irlanda, Madagascar, Japón, Noruega, Francia, Isla Reunión donde hice el barranco más difícil del mundo (Trou de Fer), Cabo Verde, aquí en España son innumerables los picos que he subido en los Pirineos (Aneto, Perdido, Posets…) He tenido la suerte de poder hacer muchas cosas, montañas, barrancos, y en bicicleta.

Trou de Fer, Isla Reunión

¿Te han dado algún reconocimiento?

Tengo dos placas en reconocimiento al mérito policial (2007, y 2016), y dos distinciones al reconocimiento deportivo por mi carrera deportiva , la Barcella d’honor del Ayuntamiento de Sineu (2021), y de la Federación Balear de Montaña (2022).

Premio durante el 50 aniversario de la federación balear de montaña

¿Fuiste uno de los pioneros en atravesar el tramo de Sa Fosca en el torrent des Gorg Blau verdad?

Tras el grupo que lo hizo por primera vez en el año 1965 estuvo bastantes años sin que nadie fuese. La primera vez que la hice yo debía tener 20 años, por lo tanto, era en torno el año 1972, éramos tres compañeros que entramos a las 9:00  de la mañana y salimos a las 12:00 del mediodía del día siguiente. Llevábamos bañador, camiseta, una baga de cordino, un mosquetón ya que el “8” no existía, y cámaras de aire de neumático de camión a modo de balsa. En aquellos tiempos siempre se descendía en verano, ya que en invierno se necesitaba un material que no teníamos.

En el mítico Pas de s’Acollonament , punto de entrada a Sa Fosca.

¿Qué técnica usabas para progresar?

Descendíamos con el sistema Dulfer, es decir, pasando la cuerda por un mosquetón y haciendo roce con la espalda, luego te pasabas varias semanas con el hombro quemado.  Como tampoco existía el neopreno intentabas llegar al agua colocando la cámara bajo tu culo, a ver si con un poco de suerte acertabas, cosa que no siempre ocurría y acababas empapado (carcajada). Posteriormente inventaron las balsas de lona de espeleología. En mis comienzos fabricaba yo mismo en una herrería el material, como mi primer «8», los piolets, o las piquetas. No existían tiendas de montaña y había que buscarse la vida, usábamos la ropa que teníamos por casa o ropa militar usada.

Herramientas en casa de Toni

¿Había obsesión por conquistar Sa Fosca?

Yo pienso que sólo era el objetivo prioritario para ciertas personas que sabían algo sobre ese lugar, en aquellos tiempos había muchos otros objetivos como eran el Espolón Aries, s’Agulla des Frare, Es Torrent Fondo… era todo nuevo y estábamos empezando, era un reto más.

¿Qué suponía logísticamente ir antes a la montaña?

Antes era todo bastante más complicado, tenía que coger el tren de Sineu a Inca, esperar 1 o 2 horas al autocar hasta Lluc y desde ahí andando a donde fuera la excursión, las frecuencias no son las de ahora. Para volver todo a la inversa. Era un poco rollo ya que para poder irte tenías que salir el sábado por la tarde y volver el domingo por la noche. Nuestro punto de encuentro era normalmente la plaza de Lluc, luego te juntabas con uno o con otro. Imagina lo que era luego ir hacia la torre de Lluc o el Torrent de Mortitx sin coche.

En Suiza

¿Era más arriesgado entonces ir a esos lugares?

Arriesgado no lo sé, pero sí realmente agotador (sonríe), y si te pasaba algo podías hacer señales de humo ya que no había equipos de rescate y era un poco “sálvese quien pueda”. Eran los propios compañeros los encargados de intentar hacer algo, yo participé en varios rescates, alguno en Sa Fosca.

¿Cuál es tu parte favorita de la isla?

Desde el Puig Roig hasta Pollença. La encuentro la parte más salvaje, hostil, y auténtica, la montaña en su estado más puro. No está influenciada por el turismo como la zona de Sa Calobra hacia Sóller. Y más incluso si piensas que hace 50 años no había el tráfico marítimo de hoy en día, en aquella costa norte no había nadie. Contaré una anécdota relacionada con aquella costa, la primera vez que bajé a Cala Codolar fue con el grupo de amigos de Sineu tras dormir en Cosconar, detrás nuestra iban los payeses de Cosconar que iban a pescar a la cala, nosotros ya estábamos dándonos un baño cuando llegaron y uno de ellos nos dijo « al.lots surtiu d’aquí que jo he vist caure un cabrit i només he vist una bassa de sang», esto es porque en aquellos tiempos los tiburones se acercaban mucho más a la costa.

El territorio favorito de Toni

Se te conoce por la apertura o redescubrimiento de rutas muy arriesgadas, ¿Cuáles destacarías?

El pas xungo* en el torrent de s’Argelagar*, la ruta a sa cova de sa Butxaca*, y por supuesto el pas des Sinever*. Es verdad que me he dedicado principalmente a este tipo de rutas, sobre todo el descenso por los acantilados marinos.

*Zona de exclusión

La Cornisa a 200 metros de altura donde se ubica es pas des Sinever. Imagen anterior al año 2007, actualmente zona de exclusión

¿Qué te mueve a realizar ese tipo de actividades?

Es algo que sale de dentro, citaré la frase “porque está ahí”, unos irán a la discoteca porque están “ahí” y otros iremos a la montaña “porque están ahí”. Es una cuestión de sentimientos, es algo que te estira, te atrae, a mí me atrae lo desconocido.

Una de las cosas por las que eres conocido es porque arriesgas mucho, ¿no tienes miedo?

Pienso que debe ser una facultad que tengo, es verdad que donde otros tienen miedo a mí me cuesta mucho más percibirlo ante una situación de peligro, de hecho cuanto más peligrosa es la situación más me gusta. Es verdad que no suelo utilizar cuerdas o elementos mecánicos, intento hacer todo “a pelo”, siempre dentro de unos límites claro está, pero normalmente donde otro pasaría asegurado yo no lo hago. Cada uno tiene unas facultades, esta es la mía. El miedo ante el peligro nunca ha formado parte de mí, aunque voy con cuidado ya me entiendes, pero no percibo el riesgo como otros lo ven. Una vez realizando una maniobra que salió mal en el torrent de l’Ofre tuve la certeza de que me caía y se aparecieron mis hijos a mi lado, es algo que nunca olvidaré.

Toni Pons

¿Cuándo comenzó tu relación con Bestard?

Comenzó en el año 93 con la expedición al Diran Peak donde Bestard nos ayudó aportando las botas y desde entonces he estado trabajando con ellos como probador. Les estoy sumamente agradecido por contar conmigo todo este tiempo durante el que he podido probar las botas de montaña y barrancos. Todas ellas fantásticas.

¿Cómo ha evolucionado el calzado en estos casi 30 años?

Ha evolucionado de mejor a mejor.

Me ha llegado un rumor que en Bestard te conocen como el todoterreno ¿verdad?

Bueno (risas) esto es debido a que me adapto a cualquier cosa y todo me va bien, soy de una generación donde teníamos que contentarnos con lo poco que había, antes para que unas botas se adaptaran a tu pie tenías que usarlas durante un año y pesaban tres kilos cada una, te daban unas buenas palizas en los pies.

En un tramo peligroso

¿Cuál es el secreto para llegar a los 70 años en tu estado?.

Hay una frase que siempre me ha quedado marcada y es “el camino que recorres es el mismo que tú eliges”, yo en mi vida elegí ser policía y creo que eso requiere una serie de condiciones físicas, al igual que el que va a Sa Fosca requiere estar en buena forma, yo la sigo descendiendo igual que cuando tenía 20 años, no hay ninguna diferencia. Es una causa-efecto del mantenimiento que hago, de mi filosofía de vida, de mi alimentación. No hay que dejar que el óxido nos adelante, hago bicicleta cada día, mantenimiento cada día, una vida activa cultural y deportiva. No he pasado un solo día de mi vida que no haya hecho una hora de deporte diario, no recuerdo un día que me lo haya pasado en el sofá.

¿Qué retos tiene en mente una persona que ha hecho tanto como tú?

Me queda todo. He tenido suerte de poder hacer muchas cosas, pero hoy en día no hay nada que me frene y siento que tengo todo por hacer, tengo muchas ganas. Siempre hay que hacer cosas y mantenerse activo, al cuerpo nunca hay que dejarlo caer.

Expuesta travesía costera

¿Cómo ves las nuevas generaciones en la montaña?

Creo que cuando la gente crece en un entorno cómodo se vuelve cómoda. Hoy en día vas a hacer Sa Fosca o cualquier torrente y está todo equipado, esto nosotros no lo conocíamos y teníamos que poner una cuña, un palo, una roca. Hoy en día ya no es tan “aventura”, se asemeja más a un deporte, entonces era una filosofía de vida, una religión, la montaña ha dado vida a mi vida, le ha dado sentido, sin ella me hubiera faltado todo.

¿Qué es lo que sientes en la montaña?

Libertad, la libertad es lo más bonito de la existencia. Hoy en día hay ciertos colectivos que intentan frenar este concepto de libertad.

Placa conmemorativa por el hallazgo des pas des Sinever. Hoy en día retirada por la conselleria de medi ambient. Imagen anterior al año 2007, actualmente zona de exclusión.

Tú que has vivido la montaña como dices en libertad, ¿Cómo ves tanta limitación hoy en día?

Por una parte, lo entiendo, pero por la otra me cuesta aceptarlo, yo he vivido la montaña en la más completa libertad, pero también en la más completa educación, antes pasabas por una posesión y si salía el amo o el pagès les pedías permiso para pasar, hoy en día parece que la montaña, siendo propiedad privada, es de todos y esto tampoco es así. El problema hoy en día es la masificación, una sociedad consumista genera una sociedad de ocio, antes íbamos a hacer Sa Fosca dos ratas, ahora somos 200 ratas. Entiendo que hay que poner freno porque el impacto ambiental que provocamos molesta.

Esto influye en que antes como he dicho era una filosofía y ahora es más un pasatiempo, una moda. En la actualidad haces el Torrent de Pareis y al llegar a Sa Calobra tienes una paella y un autobús, antes teníamos que estudiar como volver hacia arriba. Antes ibas con un pantalón corto de piel y ahora primero has de pasar por la boutique y equiparte entero antes de ni siquiera empezar.

¿Cuál es la solución a esto?

La solución no es simple, pasa por regular pero no prohibir. No se entiende que las zonas de exclusión del norte estén vetadas permanentemente cuando a esas zonas vamos 20 personas al año. Como he dicho la educación es un factor determinante pero también lo es la sensibilidad, si das con una flor, con un pequeño caracol, no lo pises, ¿me entiendes?.

Hablando de modas, ¿entiendes las competiciones de montaña?

Pienso que es una moda comercial como otras y no me interesa. La montaña es una sitio de contemplación, de filosofía, de libertad, no para competir. Lo respeto pero no lo comparto.

Cuéntame lo más inexplicable que te haya pasado en la montaña

Hace aproximadamente 40 años una vez estaba solo por la Font Gallarda  y cuando el sol se acababa de poner surgió del mar un disco de color rojizo del oeste dirección norte, era enorme, del tamaño de otro sol.

Para finalizar la entrevista Toni quiere aprovechar para «agradecer desde este medio a todos los que han colaborado con mis quimeras, y a todos los que durante tantos años hemos hecho camino juntos«.

Toni y un servidor. Todo un honor para mí poder formar parte de su historia