Karakorum – Pakistan Julio 2024, por Juan Gomis Ferraz
Llegada y aclimatación
Texto y fotos por Juan Gomis Ferraz
Tras un largo viajes y varios trasbordos de avión, finalmente llegamos a Skardu, puerta de entrada del Karakorum de Pakistán. Durante el vuelo de Islamabad a Skardu pudimos ver a poca distancia el impresionante Nanga
Parbat de 8.125 m.
Al poco aterrizamos entre montañas. Estábamos a 2230 metros donde el paisaje es árido a pesar de estar a orillas de uno de los ríos más imponentes del planeta, el Indo. Por la mañana partimos en unos cuantos 4×4 hacia Askole.
Aproximación
Durante los tres primeros días remontamos el río Braldu, durmiendo y descansando en sucesivos campamentos: Jhola, Paiju y Khorburtse.
Conforme ascendemos, a nuestra izquierda, aparecen las magníficas e impresionantes Torres del Trango: El Gran Trango, la Torre sin nombre y más allá y separado por el glaciar Dunge, solitaria, aparece la pared del Cathedral peak con sus 6.247 metros.
Seguimos por el lateral del glaciar y llegamos al campamento llamado Urdukas.
A partir de ahora toda nuestra actividad será ya sobre glaciares a excepción de alguna trepada rocosa. El glaciar Baltoro tiene una longitud de unos 60 kilómetros y una anchura de hasta de 3 kilómetros en algunos puntos. A su vez, en el Baltoro desembocan varios glaciares: el Godwin-Austen, que fluye desde el sur del K2; el Abruzos y varios glaciares del Gasherbrum. La confluencia del Baltoro con el glaciar Godwin-Austen se conoce como Concordia. Caminar por estos glaciares es un continuo sube y baja, esquivando lagos, ríos, grietas y piedras que caen. El terreno que se pisa es en su mayor parte rocas y piedras de granito arrastradas sobre el glaciar, pero también hielo que aparece por todas partes. Llegamos al campo llamado Gore-II tras 12 km.
Amanecemos helados de frío y tras desayunar continuamos la marcha. Andando andando y tras 6 horas y alguna que otra paradita técnica llegamos a Concordia. (35.746253, 76.520402). A lo lejos ya vemos tiendas de colores amarillo y rojo y al fondo, como una gigantesca estatua, el Gasherbrum IV, imponente amo y señor de la zona, flanqueado a ambos lados por el pico Mitre a la derecha, y a la izquierda el pico Marble.
Por la tarde se despejó lo suficiente para poder divisar a lo lejos el imponente K2 y el Broad Peak. Simplemente maravilloso.
Comienza el octavo día de travesía de aproximación. Salimos hacia nuestro destino, el campo base del Pastore Peak. Atravesamos la sucesión de morrenas y grietas. Incluso han instalado un tramo de cuerda para poder progresar. Nos internamos en el glaciar Godwin-Austen, que viene desde el K2, y avanzamos aproximadamente hasta la altura del campo base del Broad Peak. Es entonces cuando giramos hacia el oeste para internarnos en el glaciar Khal khal. Finalmente llegamos al lugar donde se suele establecer el campo base del Pastore. (35.788314, 76.501641).
- Glaciar Khal khal
- Glaciar Khal khal
Ascenso
Día 9. Ha llegado el día. El pico Pastore (6.210m.) nos espera. Son las 2 a.m. y tras un breve desayuno emprendemos la marcha a través del glaciar Khalb Khal.
Cruzando puentes de nieve y evitando grandes grietas nos plantamos en la base rocosa del pico y comenzamos a subir.
Salvamos la pendiente rocosa y pasamos rápidamente bajo una cascada amenazante de séracs. Nos plantamos en el glaciar propiamente dicho del pico Pastore que tiene a modo de dos cimas con una arista cimera que las conecta. Decidimos acceder a la arista subiendo haciendo una ruta en zigzag. Se hace de día y contemplamos la maravillosa imagen con el glaciar agrietado en el valle y enfrente el recién nevado pico Marbre. Seguimos avanzando y llegamos a un punto donde al pisar la dura capa de nieve nos hundimos. Damos tres o cuatro zancadas más y vemos que está todo igual de podrido debajo de la primera capa. Una nieve granizada e inconsistente. Decidimos cambiar de ruta y girar para buscar un recorrido con la nieve mejor. Estamos a 5.800m.
De pronto escuchamos un gran estruendo unos 200 metros por encima de nuestras cabezas y un gran alud de placa nos arrastra ladera abajo.
Nos arrastras hacia el valle sin darnos la oportunidad de hacer nada. Cuando por fin se detiene estamos todos enterrados en mayor o menor medida. Poco a poco, entre todos, nos vamos desenterrando y tras encontrar y sacar al último componente del grupo que nos faltaba por localizar, decidimos dar por finalizada la aventura. Nos había caído encima dos tercios de la ladera del glaciar, que se había roto en placa a casi 6.000 metros, bajo la cornisa. Ese 17 de julio de 2024 volvimos a nacer. Perdimos parte del material, piolets, bastones, cámaras de fotos y demás cosas que quedarán para siempre en ese glaciar, pero salimos todos enteros de allí.
Nuestra ascensión acababa en esas primeras horas de un bonito día con cielo azul y sin apenas frío a 5.800 metros.

Campo base Pastore Peak sobre glaciar Khal Khal. Al fondo Glaciar Godwin-Austen, Broad Peak a la izquierda y Gasherbrum IV a la derecha
El día siguiente amanece un día malo con ventisca y nevando continuamente. Comenzamos los 12 km de subida hasta el campo base del K2. Durante horas remontamos el glaciar Godwin-Austen y a mitad mañana llegamos al memorial de los caídos en la montaña ubicado en la base del K2. Ante nosotros aparecen decenas y decenas de placas colocadas en de memoria de montañeros fallecidos en el K2, el Broad Peak y otros picos, de todas las edades, nacionalidades y épocas.
La tormenta arrecia y el frío se hace intenso. Comenzamos la bajada de 13 kilómetros, que se nos hacen eternos, y llegamos bien entrada la tarde ya para cenar y mal dormir en el concurrido y ruidoso Concordia.
Regreso
Ha estado nevando toda la noche con ventisca y continúa así hasta mitad mañana, cuando por fin el tiempo mejora y nos ponemos en marcha. Remontamos hacia el sureste el glaciar Upper Baltoro y más adelante nos desviamos hacia el sur y entramos en el glaciar Vinge. Andamos durante horas y horas por una extensa planicie limpia de piedras, lisa y agradable.

Concordia con K2 Y Broad Peak al fondo
Sobre un peñasco se encuentra Ali camp (35.664918, 76.512073) a 4.940 metros, último refugio donde se descansa para atacar el paso de Gondogoro por la noche. A las 23 horas comenzamos la marcha.
Remontamos el glaciar West Vinge por la vertiente orográfica izquierda en grupos con frontales hasta que llega el momento de cruzarlo trasversalmente. Un kilómetro y medio temible, ya que está lleno de grietas cubiertas de puentes de nieve poco sólidos, de nieve blanda y primavera. No hace frío en el valle y la nieve está muy mal. Han marcado el trayecto con banderines. Los vamos siguiendo en silencio hasta que llegamos al otro lado. La pendiente comienza a ganar altura de manera progresiva y en breve pasa ya de los 40º. Llegamos a un punto donde se pone realmente vertical. Aparece la primera cuerda fija y nos anclamos a ella. El tiempo empeora y comienza a nevar con una gran ventisca. Va amaneciendo y vemos lo que realmente nos rodea.
Impresionante pared con seracs, grietas, desniveles y cornisas. Al alba estamos en el collado a 5.636 m. donde sopla un intenso viento que nos congela las manos y la cara.
Rápidamente pasamos el collado. Los primeros destrepes por las cuerdas fijas son de vértigo. Enfrente una impresionante sucesión de glaciares que bajan desafiando a la gravedad.
Llevamos ya muchas horas andando sin comer ni dormir. Seguimos la marcha cada vez más dispersos y al final ya en solitario, una hora tras otra por la monótona morrena .Tras unas 10 horas de marcha al final aparecen algunas praderas verdes llenas de edelweiss. Una hora después al fin llegamos a Khuspang camp (35.629034, 76.434206) a 4.714 metros.
Nos quedamos ahí descansando un día entero, y seguimos descendiendo recorriendo el glaciar Gondogoro. Pasamos junto al Laila peak que se alza esbelto, imponente y elegante delante de nosotros.
Apretamos el paso y llegamos a Saicho camp a 3.428 m tras casi 1.300 metros de bajada y 8 horas. (35.516719, 76.401607).
A la mañana siguiente, a través de camino arenoso y rodeado de sabinas, caminamos unas tres o cuatro horas hasta llegar a Hushe y de ahí, al día siguiente vuelta en 4×4 a Skardu.
Completamos así uno de los trekkings y expediciones más impresionantes del planeta. Entorno aún virgen, poco frecuentado con un equipo de compañeros insuperable y un staff y porteadores fuera de lo común. Desde aquí quiero reconocer y ensalzar su trabajo. Vaya gente más abnegada y entregada !!. Mis respetos.
Material
El calzado empleado en esta expedición ha sido Bestard en todas sus variantes como en otras ocasiones.
Zapatillas de trekking modelo Cami: Una gran zapatilla polivalente, cómoda resistente e impermeable. Ideal para descansar los pies tras muchas horas de bota rígida. A pesar del tiempo que las tengo y del uso recibido siguen tan bien como el primer día.
Botas de trekking avanzado modelo Phantom: usada durante todos los días de trekking y aproximación. Buen agarre con muy buena transpiración e impermeables. Muy similares al modelo que usaba antes, el Advance K Pro, pero a mi modo de ver, y puede que sea algo subjetivo, algo más rígidas y desde luego más duraderas por la calidad de la piel y las pocas costuras. A pesar de tenerlas pocos meses me han resultado muy cómodas y adaptables. Perfectas tanto en terreno desértico y caluroso de los primeros días como en las heladas jornadas a gran altura. Arena, rocas, hielo, ríos… Los pies siempre secos y protegidos, incluidos los días de lluvia. Talonera cramponable (semiautomáticos) con las que accedí a todos los campos base. Usadas también en Pirineos en invierno y en el Atlas marroquí en Abril. Perfecto resultado con ascensiones al Ras, Timezguida y Jabel Toubkal a -22ºC.
Botas rígidas modelo Top Extreme Lite: Definitivamente el gran acierto de toda la travesía. Un producto de excelente calidad, liviana a la vez que cálida y resistente. Sorprende la ligereza, a pesar de ser doble bota, y la adaptabilidad. Apta para grandes ascensiones pero tan adaptable y cómoda que permite largas travesías casi como si fuera una bota de trekking. Ofrece gran libertad de movimientos aun siendo rígidas. Con ellas hice el intento al Pico Pastore, soportó un alud, atravesé el Gondogoro pass y completé la travesía durante horas y horas sin ningún tipo de molestias ni rozadura. Las he usado con idéntico resultado este invierno en el Pirineo con muchas ascensiones en días realmente fríos. También usadas en travesías invernales en las sierras de Teruel.
Un gran producto con una excelente relación calidad/precio. Sin duda un producto a tener en cuenta para invernales de Pirineos y todo tiempo en resto de cordilleras.
- Top Extreme Lite en Pastore Base Camp. Al fondo Marble Peak
- Top Extreme Lite en Pastore Base Camp Al fondo Broad Peak
Juan Gomis Ferraz